Dimensiones del bienestar: Bienestar financiero

Entre todas las Dimensiones del bienestar, el Bienestar financiero es la dimensión que más impacto está teniendo en nuestra salud mental en los últimos años. El último barómetro del CIS indica que la crisis y los problemas de índole económica son la principal preocupación personal del 44% de los españoles, cerca de 13 puntos más que los registrados hace un año. Al sumar la preocupación por el paro, la intranquilidad económica alcanzó al 58,2% de la población en la última encuesta.

El bienestar financiero se refiere a la salud financiera de un individuo, que se mide a través de su capacidad de ahorro, gasto y percepción sobre sus finanzas personales. [1] El bienestar financiero personal puede ser mejorado a través de una mejor relación con el dinero y una gestión adecuada de los productos financieros.

Es de vital importancia aprender a manejar adecuadamente las finanzas personales para alcanzar las metas financieras y vivir sin estrés económico. En concreto tener un buen control sobre los ingresos y los gastos, ahorrar e invertir adecuadamente, controlar el endeudamiento, y tener un plan financiero a largo plazo.

Es habitual pensar que nuestro bienestar financiero sólo mejorará si nos pagan más por nuestro trabajo, pero, como en cualquier dimensión del bienestar, para mejorar debemos centrarnos en aspectos que dependan exclusivamente de nosotros. Es fundamental tener una visión realista de nuestra situación, llevar un control de los ingresos y los gastos fijos y variables. Puede que debamos de ajustar nuestro nivel de vida a nuestros ingresos reales: salir o viajar menos, o a sitios que nos podamos permitir etc. En este punto es clave no dejarse influir por bienes materiales o experiencias de familiares o amigos con una situación financiera diferente a la nuestra. Debemos de tomar conciencia real, no tomar «conciencia financiada».

El bienestar financiero personal también implica tener una buena educación financiera, es decir, tener conocimientos y habilidades para tomar decisiones informadas sobre el dinero, y ser capaz de manejar las emociones relacionadas con el dinero de manera saludable.

Es clave pensar en la planificación de nuestras finanzas y contabilidad personal como un elemento importante de nuestro bienestar general. El impacto en nuestra salud mental tiene igual importancia que la alimentación sana, el deporte o el descanso.

Para mejorar nuestro bienestar financiero, podemos considerar seguir algunas recomendaciones

  1. Llevar un control mensual: Es importante conocer cuánto dinero entra y sale de nuestros bolsillos cada mes. Hacer un presupuesto y llevar un control mensual y anual nos ayudará a identificar dónde se está gastando el dinero y a encontrar maneras de mejorar nuestro bienestar financiero. Nos permitirá reducir gastos necesarios, por ejemplo, revisando y renegociando nuestros contratos de suministros y también a eliminar gastos innecesarios.
  2. Ahorrar e invertir: Es importante tener un fondo de emergencia que nos permita gestionar imprevistos con mayor tranquilidad y, en la medida de lo posible ahorrar para nuestras metas a largo plazo. Además, invertir nuestro dinero nos permite crecer nuestra riqueza a largo plazo.
  3. Educarse financieramente: Es importante aprender sobre temas financieros, como inversiones, impuestos y seguros, para tomar decisiones informadas y alcanzar nuestras metas financieras.
  4. Controlar el endeudamiento: Es importante evitar endeudarse excesivamente y tratar de pagar deudas pendientes de manera eficiente. En algunos casos puede ser interesante negociar una reunificación de deudas.
  5. Buscar ayuda: Si se tiene dificultad para manejar las finanzas personales, es importante buscar ayuda de un asesor financiero.

En resumen, tener un bienestar financiero equilibrado es fundamental para alcanzar nuestros objetivos y vivir una vida sin estrés financiero. El dinero y las finanzas están presentes casi en todos los momentos de nuestra vida por lo que debemos tener una visión integral de nuestras finanzas, adquirir educación financiera, tomar el control de nuestro dinero y alcanzar metas de ahorro.

Un plan financiero personal bien definido, tendrá un impacto positivo en tu calidad de vida y en tu salud.